Mi experiencia en el volante

Alcohol+Manejo=Accidente Seguro

Estaba preparándome para los exámenes y en eso saltó el tema del alcohol y el manejo, me puse a recordar desde hace cuanto tiempo que no manejo(ya que en Italia no se me permite manejar sin tener la licencia de aquí), fue así que recordé mi experiencia para aprender a manejar y sobretodo a mi padre ya que él me enseñó todo lo que sé sobre autos, el primer carro que manejé no era uno moderno ni uno pequeño sino fue una furgoneta que en Perú le llamaríamos "combi", esta combi mas o menos larga, bastante alta y con los cambios debajo del timón(que por cierto era mecánico y no hidráulico) fue el vehiculo en el que aprendí a manejar a eso de los 17 años ya que pretendía sacar la licencia a los 18, sin embargo nunca tuve clases muy largas ya que mi papá no le ponía ganas a la enseñanza, llegó la mayoría de edad y pues la distancia más larga que manejé fueron unas cuadras a lo máximo un kilómetro, yo siempre le insistía a mi padre que me enseñara a manejar porque quería reemplazarlo porque manejaba muy lento, lo anhelaba tanto pero él no tenía tiempo o estaba cansado o el carro estaba en reparación, etc, excusas que me daban a entender que no quería que yo aprendiera a manejar, el tiempo pasaba, la universidad me alejó de este deseo hasta que en el 5to año de mi carrera de psicología y ya terminando el pregrado pues simplemente le dije enséñame ya estoy suficientemente mayor como para que creas que voy a seguir esperando para sacar mi licencia, él aceptó y me enseñó, mi padre en el volante es lo que dirían una tortuga, yo también consideraba que maneja a una velocidad muy reducida aún cuando las condiciones iban a favor para acelerar un poco más y aprovechar el tiempo, fue así como me enseñó con reproches cuando aceleraba más de lo que él me permitía y cuando me distraía en otros eventos que no sucedían en la pista, inicié el proceso para obtener la licencia(que fue muy estresante pero que hablaré de él en su respectivo post) y comencé a manejar, mi padre aún temeroso de que tome el volante siempre me acompañaba y me seguía controlando, me indicaba como tomar ciertos atajos o en que vía ir para evadir el tráfico, siempre me dijo que manejara a la defensiva y que nunca tomara por contado lo que el otro conductor pueda hacer.

Pero no todo es tan simple o bonito como pensaba 

Poco a poco me di cuenta de que odiaba manejar en la ciudad, sobretodo porque la mayoría de reglas para conducir simplemente quedaban en el examen y luego son olvidadas, manejar era una pequeña lucha por llegar a tu destino, claro que esto no sucedía siempre y a veces disfrutaba de una tarde de paseo familiar. Cuando comencé a manejar en carretera y hacer viajes interregionales descubrí lo que era alcanzar 90 km/hora y el porque mi padre siempre manejaba lento, el motivo era simple: seguridad, manejar a velocidades más altas en carreteras peruanas es como tentar a la muerte y por ello muchos accidentes automovilísticos se pueden ver en las noticias, muchas veces he visto camiones cargados o camionetas que adelantaban y que se salvaban por segundos de chocar con el camión que venía en el otro carril, simplemente vas manejando y estos aceleran para rebasarte y darle un pequeño beso a la posibilidad de morir, yo como dice el reglamento de tránsito reducía mi velocidad para que estos insensatos pasaran y evitar cualquier tragedia pero qué hubiera pasado si no era yo en el volante, si es que uno de los que no tienen cultura vial fuera rebasado por estos, pues un titular más en el periódico, una vida más perdida y posiblemente muchos inocentes involucrados, mi padre nos ama y por ello no acelera, él puede hacerlo y ganar unos minutos o quizás una hora pero simplemente no lo hace porque ganar este tiempo trae la posibilidad de perder muchos años o la vida en un accidente, vuelvo al tema del alcohol y a los insensatos conductores, lo mismo de toda la vida, personas con autos van a una fiesta, se emborrachan y toman el volante, resultado vidas perdidas inútilmente y solo por un factor: llevar un auto a una fiesta, quitamos ese comportamiento y se evitan los problemas, no es difícil gastar un poco y tomar un taxi para estar seguros o simplemente asignar a alguien responsable y que no beba para que maneje, como hacemos nosotros cuando tenemos reuniones familiares.